Motivos para viajar los hay innumerables y también hay viajes sin motivo. Están los que hacen del viaje una forma de vida y los que se ganan la vida viajando. Los hay imprevistos y los hay planificados y deseados. Pero en pocas ocasiones el motivo y el fin del mismo es el hotel. Pocas veces encontraremos a alguien que viaje por conocer un hotel y alojarse en él. Es entonces cuando se plantea la cuestión de donde alojarse y cuánto van a gastar en el alojamiento.

Todos habrán vivido aquella época en la que pasar unos días fuera de casa con los amigos era una esperada aventura, donde lo importante era la compañía y esos días de convivencia. El alojamiento no existía como tal, porque dormir era una necesidad biológica que se cumplía cuando llegaba el momento y el lugar casi no tenía importancia; coche, tienda de campaña, pies de un árbol y otros lugares donde no molestasen ni fuesen molestados.

Conforme pasaron los años el lugar de pernocta adquirió una importancia que antes no tenía, aunque el objeto del viaje sea, sin descartar una posible convivencia como reunión de viejos amigos y compañeros, otros de índole más familiar o trabajo. Normalmente buscamos la comodidad, funcionalidad, que no echemos de menos nada de lo que usamos y que es tan habitual, que damos por hecho que ya lo tienen. Habrán vivido a buen seguro la experiencia de entrar en una lujosísima y carísima habitación que probablemente no vayan a disfrutar, porque el objetivo es turismo cultural u otros, y al ir a usar internet se encuentran que no tiene wifi o hay que contratarla y pagarla aparte; el secador de pelo hay que pedirlo; tienen un sin fin de chucherías pero falta un kit de afeitado, y así todo. Otro problema poder coordinar presupuesto con número de personas, si son todos adultos o niños, supletorias o literas, camping, hotel, residencia, y un sin fin de posibilidades y ofertas realmente mareantes. Por no mencionar las actividades en destino que serán varias, más las peticiones y las invenciones posibles o inverosímiles. A estas alturas ya más de uno se encontrará mirando el calendario para ver cuándo terminan las vacaciones y puede regresar, por muchos consejos que haya sobre cómo encontrar el hotel más barato. Hoy en día, y cada vez más, en los viajes familiares o en grupo se tiende a reservar alojamiento en los apartahoteles. Establecimientos con los servicios y atenciones de un hotel y con la comodidad, ahorro, posibilidades y libertad de un apartamento. En la preparación de su próximo viaje, entren en Expedia apartahoteles y descubra las posibilidades de un alojamiento que aúna los beneficios y ventajas que siempre quiso tener: un apartamento dentro de un hotel.