Las lentillas ya supusieron, en su momento, una gran revolución.

Ya en el siglo XVIII, cuando se fabricaron las primeras lentes bifocales, la calidad de vida de las personas que tenían algún tipo de problema de visión mejoró considerablemente.

Después de eso, pese a las mejoras que, durante siglo y medio, fueron sufriendo las lentes, llegaron a mediados del siglo XX las lentillas, unas lentes de contacto que, siendo blandas, se adaptaban al ojo para dar una alternativa a la gafa y que mejorara, considerablemente, la visión al mejorar también la distancia con la que el ojo se enfrentaba al propio cristal.

Pero en menos tiempo llega la nueva revolución en el mundo de las lentillas.

“Aunque parezca ciencia ficción, la Universidad de San Diego acaba de presentar su última innovación, que ha unido a la lente de contacto una interfaz que permite hacer zoom como si de un catalejo se tratase para acercar o alejar visualmente objetos solo guiñando el ojo” explican desde Lentillas Sí.

La capacidad científica de hoy en día ha permitido que, a través de las nuevas investigaciones que únan tecnología, inteligencia artificial y aplicaciones médicas, en menos de dos años, sea posible utilizar unas lentillas capaces de interpretar el movimiento de los músculos para responder a las demandas de sus usuarios.

“España supera los 13 millones de usuarios de lentillas en este último año. Una noticia como esta, donde al mayor riesgo sería que dejara de funcionar el zoom, es toda una revolución. Los nuevos avances de la robótica y la capacidad de algunas empresas pioneras como Samsung o Sony, que quiere la patente para incorporar también una cámara de fotos, abren un nuevo horizonte de visión que dejará a muchos con la boca abierta y con ganas de seguir de cerca todas las novedades que llegarán en poco tiempo” explican algunos oftalmólogos.

¿Una cámara en la lentilla?

Aunque suene a película de espías o de ciencia ficción, la realidad es otra. Está mucho más cerca de lo que se piensa.

La capacidad de hoy en día de incorporar pequeños dispositivos, de tamaño apenas perceptible, en cualquier material, es lo que, aparentemente, traerá grandes novedades en el mundo de las lentes y lentes de contacto.

Mientras que las gafas google fueron todo un avance, la llegada y carrera de empresas como Samsung o Sony ha puesto en relieve que el desarrollo en las lentes de contacto no ha parado de trabajarse, hasta el punto que es una realidad que, en menos de un lustro, no será necesario ningún dispositivo para captar y fotografiar lo que el ojo ve.

Tan solo un gesto con el párpado y la musculatura ocular disparará y estabilizará el objetivo que se incluirá en las lentillas, pero también desarrollos relacionados con la salud, con la IA y con la realidad aumentada siguen de cerca las posibilidades que la tecnología, interactuando con el cuerpo, puede conseguir.